
Como siempre, los dibujos de Taniguchi son perfectos, llenos de detalles, y crean la atmósfera que permite sentir la natureleza, los sentimientos de los personales, los conflictos de la vida con intensidad pero con un cierto distanciamiento que ayuda a comprender tanto el afán de un lince por alimentar a sus crías como la lucha de Setón por defender su espacio.
El amor por la naturaleza, el aprendizaje de su observación y el disfrute de recrearse en ella están presentes en todos los dibujos, y como siempre es muy difícil abandonar el cómic hasta que llegamos a la última página con el sentimiento de que se haya terminado.
Para saber más, se puede leer el comentario de "Abandonad toda esperanza"
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