En Diario de una desaparición, editado por Ponent Mon, Hideo Azuma cuenta una época de su vida en que, al parecer acuciado por el exceso de trabajo, cortó con todo, tuvo un intento de suicidio, se hizo alcohólico y estuvo viviendo en la calle, sufriendo todo tipo de penalidades y aprendiendo a sobrevivir con lo que encontraba.
Lo llamativo del cómic es que el autor usa un estilo muy descriptivo, que se centra más en los hechos y en las anécdotas, que relata en un tono sencillo, desprovisto de dramatismo, dejando de lado también las posibles causas de su crisis y otros elementos, como las consecuencias en sus personas cercanas o en sus relaciones familiares. Hay un contraste entre el dibujo casi infantil y la dureza de lo que cuenta, pero no creo que pretenda ser superficial, sino que deja al lector que reconstruya estos aspectos, reservándose lo más íntimo. Recojo algunos detalles de su deambular por la ciudad en los que acaba también pasando por la biblioteca: En ella puede sacar libros sin carné de usuario (lo que cita como una excepción), o como lugar de refugio, el "sitio de siempre", y por eso sufre cuando se produce un cierre temporal.
Lo llamativo del cómic es que el autor usa un estilo muy descriptivo, que se centra más en los hechos y en las anécdotas, que relata en un tono sencillo, desprovisto de dramatismo, dejando de lado también las posibles causas de su crisis y otros elementos, como las consecuencias en sus personas cercanas o en sus relaciones familiares. Hay un contraste entre el dibujo casi infantil y la dureza de lo que cuenta, pero no creo que pretenda ser superficial, sino que deja al lector que reconstruya estos aspectos, reservándose lo más íntimo. Recojo algunos detalles de su deambular por la ciudad en los que acaba también pasando por la biblioteca: En ella puede sacar libros sin carné de usuario (lo que cita como una excepción), o como lugar de refugio, el "sitio de siempre", y por eso sufre cuando se produce un cierre temporal.
¿La fantasía ha muerto y por eso la autobiografía triunfa?
ResponderEliminar¿Se debe a un fenómeno puramente comercial o es real la necesidad de los autores de encontrarse a sí mismos y de ahí la revisión de sus vidas?
Juan, una alegría leerte. A mi me va gustando cada vez más el cómic biográfico, siempre que refleje algo auténtico me gusta. Y no es incompatible autobiografía con falta de fantasía, y un ejemplo que acabo de leer es "La ascensión del gran mal", de David B.: sueños, personajes, formas de ilustración, visiones... para relatar algo muy real, como es una epilepsia incontrolable...
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