Will Eisner publicó La conspiración, su última novela, poco antes de morir. El cómic se dedica a desmontar la falsa historia de unos “Protocolos de los Sabios de Sión”, que alguien escribió para fomentar el antisemitismo en Rusia. Se trata de un discurso que un líder judío habría pronunciado en una reunión ante la junta de los “Sabios de Sión”, pretendiendo conseguir que los judíos dominaran el mundo mediante diversas estratagemas políticas y económicas. Esta invención se propagó y se reeditó en todo el mundo como auténtica, siendo aprovechada por gobiernos antisemitas y especialmente por los nazis. Por más que durante el siglo pasado se demostró que el texto era una invención, el libro siguió imprimiéndose y transmitiéndose hasta hoy. Realmente fue un espía ruso quien, para hacer el texto, plagió un libelo escrito por Maurice Joly contra Napoleón III, "Diálogo en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu". El éxito de la falsa obra llegó a hacer que fuera lectura escolar en Sudamérica, varios países de Europa, y el mundo árabe, sirviendo para justificar la propaganda antiisraelí y antisemita.
En La Conspiración, Eisner se documenta y argumenta con energía cada detalle para demostrar el plagio y la falsedad de esos protocolos tan dañinos para la historia de la humanidad, y construye su última obra, en la que sigue intentando comprender el mundo judío, como hacía en Las reglas del juego o Fagin el Judío. Setenta años después de La noche de los cristales rotos, merece la pena releer esta obra sobre las falsedades y las manipulaciones en la historia, y sus consecuencias.ómi
Leer más: Wil Eisner contra la conjura antijudía (reseña en El Mundo)
Los Nazis malinterpretaban todo, distorsioban la idea original y la modificaban a su idiologia, supongo como todos los regimenes fascistas y autoritarios, como nietzsche que mal interpretaron sus ideas o Wagner que utilizaron su música para representar unos valores para los cuales no estaba compuesta.
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