Otra lectura coreana, también casual. Es un cómic en tres volúmenes, de los que saqué los dos primeros de la Biblioteca Regional de Murcia, y el tercero me lo compré hace unos días, para no esperar a conocer su final. Se compone de una sucesión de pequeños relatos, sencillos y exquisitos, a través de los cuales se conoce la relación y vivencias de una joven madre viuda y enamorada, y su hija, una niña que va creciendo hasta buscar y encontrar el amor.
Historias donde las flores y la lluvia se usan metafóricamente para expresar el amor, el deseo, la espera... Cuentos cuya gran sensibilidad y la belleza del dibujo hacen recordar en algunos momentos el estilo Taniguchi, combinando la sencillez con el preciosismo, la sensibilidad y la sensualidad.
El relato, que puede disfrutarse únicamente como una historia de amor, es a la vez reflejo quizás de un modo de ver la vida del pasado preindustrial: Un mundo rural, agrícola, en el que se vive apegado al trabajo del campo y las estaciones, en el que las mujeres guardan la casa y esperan un matrimonio que casi siempre es resultado también de la determinación de la tierra. Salir de este proceso natural y cíclico es una forma de buscar, de anhelar la libertad, que suele implicar el desplazamiento a las ciudades, la emigración, la industrialización, y con ello se vive un cambio de las formas de vida y el mundo, que aconteció durante el siglo XX.
El cómic refleja ese mundo, que es el de la abuela del autor, sin juzgarlo, realzando sobre todo la fuerza y sensibilidad de las protagonistas, madre e hija, recreando la belleza de la naturaleza, la lucha y a la vez la aceptación de las cosas, la vida en la infancia, el descubrimento de la sexualidad y el ejercicio de la maternidad de las mujeres. Todo con mucho encanto y ternura.
Reseña de Ramen para dos
jueves, 26 de marzo de 2009
domingo, 22 de marzo de 2009
La historia de mi madre, de Him Eun-Suns
Por casualidad, precisamente estaba leyendo la semana pasada "La historia de mi madre". Y la acabo de terminar. Trata de las cosas de la vida, los recuerdos de la madre, que van también mostrando la historia diaria en un pueblo de Corea del Norte. Con mucho énfasis en las relaciones familiares, la sumisión de las mujeres, la organización del matrimonio, la comida y las maneras de cocinar, las dificultades vividas... Cada detalle dibujado de manera expresionista, con sencillez y encanto, reflejo a su vez del respeto y paciencia con el que la dibujante es capaz de escuchar a su madre. Escuchar cómo se cocina morcilla de abadejo y hacerlo juntas mientras se hacen confidencias, es una manera de vivir el tiempo que considero admirable, quizás por yo no haberlo hecho...
Mientras cocina, cose o limpia, la madre habla a la hija que dibuja. Y aquí no acaba la historia, pues la obra se anuncia en cuatro volúmenes del que éste es solo el primero.
Aunque trata de comprender la vida de la familia, y en particular de la madre, no se trata, como en El almanaque de mi padre, de una especie de revisión de las relaciones vividas, los errores y aciertos, de una manera de recordar para reconciliarse y asumir el pasado. Aquí es más bien un ejercicio de dibujar la memoria, como forma de homenaje y comprensión de la madre. Eso lo hace entrañable y emocionante. Una excusa para buscar los propios recuerdos.
Mientras cocina, cose o limpia, la madre habla a la hija que dibuja. Y aquí no acaba la historia, pues la obra se anuncia en cuatro volúmenes del que éste es solo el primero.
Aunque trata de comprender la vida de la familia, y en particular de la madre, no se trata, como en El almanaque de mi padre, de una especie de revisión de las relaciones vividas, los errores y aciertos, de una manera de recordar para reconciliarse y asumir el pasado. Aquí es más bien un ejercicio de dibujar la memoria, como forma de homenaje y comprensión de la madre. Eso lo hace entrañable y emocionante. Una excusa para buscar los propios recuerdos.
lunes, 16 de marzo de 2009
El poder de los lectores y Haruki Murakami: Premio San Clemente, Premio Mandarache...
Esta nota no es de cómics, pero si cercana a mis gustos e intereses: la promoción de la lectura, las bibliotecas, y un autor como Murakami.
Leo en El País "una cena gallega con Murakami", un artículo en el que se cuenta que este autor, uno de mis preferidísmios (Kafka en la Orilla, Tokio Blues, After Dark...) , ha accedido a venir a España y participar en un encuentro con los alumnos de Bachillerato de Galicia que le han dado el premio San Clemente. Lo interesante de todo esto es que es un premio -como el Premio Mandarache en nuestra Región- dado por los propios estudiantes, no por un jurado de expertos. Y eso hace al Premio no una herramienta de promoción editorial como en otros pasos, sino un poderoso medio de fomento de la lectura, pues miles de participantes leen para opinar sobre un conjunto de obras seleccionadas.
Leo en El País "una cena gallega con Murakami", un artículo en el que se cuenta que este autor, uno de mis preferidísmios (Kafka en la Orilla, Tokio Blues, After Dark...) , ha accedido a venir a España y participar en un encuentro con los alumnos de Bachillerato de Galicia que le han dado el premio San Clemente. Lo interesante de todo esto es que es un premio -como el Premio Mandarache en nuestra Región- dado por los propios estudiantes, no por un jurado de expertos. Y eso hace al Premio no una herramienta de promoción editorial como en otros pasos, sino un poderoso medio de fomento de la lectura, pues miles de participantes leen para opinar sobre un conjunto de obras seleccionadas.
viernes, 6 de marzo de 2009
Más sobre cómic y cine
Ciertamente, pasar a cine un cómic le hace perder cierto encanto. En el caso de Whatchmen, convierte una historia sobre el final de los superhéroes en algo con bastante efectismo, filosofia barata y pedantería, que cuesta mucho ver. Poco más que decir después del comentario en La cárcel de Papel. Es cierto que hay que ir al cine con una mirada ingenua, abierta y a veces infantil para meterse en su lógica, y así lo hacemos los amantes del cine. Pero disfrutamos infinitamente más cuando la historia que se nos cuenta es la de Slumdog Millionaire, que en su encanto y sencillez parece provenir de un cómic adaptado de una novela de Dickens...
domingo, 1 de marzo de 2009
La patada, de Daniel Pennac y Jacques Tardi
Tentaciones en Barcelona: Neil Young en el Primavera Sound a la vez que el Salón del Comic
Si el Salón del Comic es de por si una tentación, este año se le ha asociado otra, para mi casi irresistible: Neil Young en el Primavera Sound, el mismo fin de semana.