Estos días he visto una película recomendable: El erizo, dirigida por Mona Achache Se basa en la novela La elegancia del erizo, de Muriel Barbery (Seix Barral).
Dos personajes protagonistas, a su manera solitarios, marginales, lúcidos y sensibles: Renée, una portera que interpreta su papel de mujer tosca y huraña como forma de ocultarse de los demás, pero que realmente es sensible, gran lectora y amante de Tolstói y su Ana Karenina. Y Paloma, una niña muy lúcida que ve la vida de los demás, y en particular la de su familia, como un sinsentido, una vida parecida a la de los peces que solo salen de su pecera al morir. Para ello graba continuamente con una cámara de vídeo todo lo que le llama la atención, con especial hincapié en las neuras de su madre.
Hay varias referencias queridas en este blog: La niña es lectora de Jiro Taniguchi, y compara su empeño de hacer una película para explicar su deseo de morir, con el esfuerzo de los héroes alpinistas de Taniguchi, que aspiran a llegar a toda costa a la cima en las condiciones más duras.
Y además Paloma usa los cómics para expresar sus sentimientos y sus visión de las cosas: Dibuja y anima el erizo que representa la vida de la portera, que esconde su mundo interior para protegerlo tras su vida de portera. Y también dibuja la biblioteca en la que lee a escondidas Renée y da alas a sus libros.
Aunque la novela, que no he leído, ha sido acusada de pedantería, la película me ha gustado. La niña evoluciona desde la visión del pez atrapado y sin salida a la del erizo, que puede ocultarse del entorno y puede en cierto modo liberarse a través de la lectura... En el trailer pueden verse algunos de los dibujos que aparecen en la película:
Casualmente he hecho otra conexión imprevista: Acabo de ver también Gigante, de Adrián Biniez, una película en la que otro personaje solitario, Jara, observa el mundo a través de la cámara, y a través de ella se enamora. El chico es un vigilante que pasa horas controlando las cámaras de seguridad de un Hipermercado, hasta que su atención se detiene en una limpiadora de la que se enamora, Julia, pero que no se atreve a abordar por su timidez. Personas también sensibles que esconden tras su trabajo rutinario deseos que no saben expresar.
ngo bastantes ganas de ver El Erizo, que tiene muy buenas críticas.
ResponderEliminarSobre gigante puedo decir que llega a emocionar casi sin darte cuenta...ese ritmo pausado que te va ganando terreno hacia dentro.
ya había leído este post en su día, pero se ve que lo había olvidado... ;O) yo tampoco he leído el libro, pero la película me ha encantado, así que seguimos coincidiendo en gustos.
ResponderEliminarun abrazo, Sira