sábado, 25 de septiembre de 2010

Adele, María, Vázquez, y yo: el cine que se alimenta del mundo de los cómics

Tres películas que tienen poco que ver entre sí, y que he visto por el interés que me producen las películas que se originan en el mundo de los cómics. Al salir del cine he tenido impresiones diferentes, quizás en función de mis expectativas al verlas. Adele y el misterio de la momia la ví porque es una versión de los cómics del gran Tardí que cuentan "Las extraordinarias aventuras de Adele Blanc-Sec". María y yo me atraía porque he admirado mucho el cómic que tiene detrás y lo que cuenta. Y El gran Vázquez porque verla suponía acercarme a este mítico dibujante y a través suyo a la historia de los tebeos en España.
La película sobre Adele es entretenida, pero no la vería otra vez. A pesar de la buena ambientación y los efectos, es difícil trasladar a cine todo el fantástico y fantasioso mundo del cómic de Tardi. Una pequeña decepción.
En cambio, María y yo me ha encantado. Con sencillez, logra naturalidad y autenticidad al presentarnos el mundo de la persona autista. No es redundante respecto al cómic, sino complementario: permite matices, expresar el punto de vista de la madre, las preocupaciones inevitables, la simpatía...
Y El gran Vázquez no me ha defraudado, con ella he visto cómo se abusaba de los autores de cómic en los años sesenta, productores a destajo de páginas y personajes de los que eran desposeídos. En cuanto al personaje, Vázquez, se nos muestra a la vez como truhán, socarrón, vividor, genial y al final, perdedor. Debe ser un buen reflejo de esos años de su vida, aunque la interpretación de Santiago Segura no me resulta muy creíble, quizás porque está demasiado vinculado al estereotipo de su propio personaje fetiche, Torrente...

1 comentario:

  1. Habiendo conocido a Vázquez, no sé si mi cerebro aceptará a Santiago Segura-Torrente. Como que no lo veo.Me pensaré el ir a ver la peli.

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