Por qué he matado a Pierre, de Alfred y Olivier Ka

Por qué he matado a Pierre, cuenta de modo emotivo y muy sincero la historia determinante de la infancia de su guionista, Olivier Ka, y su reconstrucción a través precisamente del esfuerzo de contarla para que fuera dibujada. En un entorno familiar en el que coincidían etapas hippies y estancias con los abuelos católicos, el protagonista sufrirá las dos caras de un amigo de la familia y un episodio traumático. El recuerdo y la comunicación hacen de ajuste de cuentas y de liberación, y para nosotros nos queda un buen cómic.

Dios en persona, Marc-Antoine Mathieu

Dios en persona, de Marc-Antoine Mathieu, me ha gustado mucho. No se por qué estos últimos años ha habido varios cómics relevantes que han tratado la historia de Dios: Desde versiones tan impresionantes como el Génesis de Robert Crumb, donde lo transgresor es mostrar literalmente muchos de sus episodios, a los volúmenes de Arquetipo y Prototipo de Ralf Köning, centrados también en el Génesis. Éstos últimos son versiones irónicas sobre la religión y sus inconsistencias cuando aplicamos un poco de razón e ironía a estos mitos de origen. Cosa por otra parte que ya había hecho genialmente JL Martín en su Biblia contada a los pasotas.
Pero volviendo a la obra que nos ocupa, se trata de una obra que enfrenta a Dios a la sociedad mediática contemporánea, convirtiéndolo en mercadotecnia. Que llegue Dios un día a una cola da para mucho: crítica, reflexión, absurdo, sociología... y todo se expone con inteligencia. Uno de sus hitos es la contabilización de las moléculas en una biblioteca:

Brújula de tebeos 2: Terapias de choque desde la comic

Terapias de choque desde la Comicteca (pdf, descarga pesada) es el título que la Biblioteca Regional de Murcia ha dado a esta segunda Brújula de Tebeos. Llama la atención primeramente el diseño, con un cartel que hace de sobrecubierta, ilustraciones e historias dibujadas a propósito por Ana Galvañ, Santiago Arcas (autor de la historieta cuya primera página se incluye aquí), Salvador Espín, José David Morales y José Luis Munuera, y un colorido intenso. Éste viene dado por las propias portadas de los cómics comentados, que se reproducen a página completa, junto a fotografías de algunos bibliotecarios tomadas para la ocasión y la temática de la guía.

También llama la atención el que se haya buscado el testimonio de creadores muy relevantes, desde Alaska a Ferrá Adriá, Rosa Montero, Elvira Lindo, Luis Gordillo o Ainhoa Arteta, que comparten sus experiencias lectoras, opiniones y recuerdos en torno al cómic.

Hay más de 60 reseñas de títulos recientes con el hilo conductor del cómic como lectura saludable: Terapias regresivas, de pareja, familiar, risoterapia, electroshock o alternativas…
La guía se regala a los usuarios, y además está disponble en la web de la Comicteca.

La hija de Mendel, de Martin Lemelman

La hija de Mendel, de Martin Lemelman, es uno más de los muchos cómics sobre la persecución nazi de los judíos. Pero cada uno es distinto, pues cuentan historias únicas, reales, de los sufrimientos de sus protagonistas.
En este caso, el autor dibuja a lápiz los recuerdos dolorosos de su madre, insertando fotografías de los personajes, reforzando la autenticidad y la emotividad de lo contado. El ejercicio de memoria ayuda mucho a comprender y a que se sientan reconocidos los que fueron víctimas, y a sus hijos o nietos, una manera de mostrar su unión con aquéllos.

Amistad estrecha de Bastien Vivès

Amistad estrecha, de Bastien Vivès, continua la temática de este autor en El gusto del cloro y En mis ojos, conviertiendo en trilogía estas obras que retratan el amor, la amistad, su búsqueda y encuentro en una juventud estudiante urbana en la que él mismo y muchos lectores de cómics se pueden ver reflejados.

Aunque en esta obra se va perdiendo un poco la novedad que produjo tanta fascinación en los cómics anteriores, sigue teniendo su encanto esta historia tan frecuente de amistad y confidencia entre dos amigos en los que se dan todos los factores para que pueda llegar a surgir el deseo. Lo más original quizás sea el modo en que se dibujan los recuerdos de cómo nació la amistad entre Bruno y Francesca. Es con un tono difuminado, como suele ser la memoria, pero al mismo tiempo cálido e intenso, como son los sentimientos que genera esta amistad intensa que se cuenta.

Una cosa que me gusta es que el autor ambienta sus historias de pareja y amistad en escenarios sociales donde se da el encuentro: la universidad, la biblioteca, la discoteca, la piscina pública, una clase, el teatro o los transportes públicos.

En Amistad estrecha el telón de fondo es un grupo de amigos un poco superficiales, que entre clase y fiesta sale de compras, liga, participa en castings si se es guapa o estudia un rato en la biblioteca.

Derecho de suelo de Charles Masson

Derecho de suelo, de Charles Masson, trata de las dificultades y sufrimientos de los sinpapeles de la colonia francesa de Mayotte. Ésta es una de las islas de Comores, en la zona del Índico entre Madagascar y África, a la que llegaban en patera hasta 2005 muchos inmigrantes de las islas cercanas. Llegaban por la esperanza de la sanidad y educación francesas, y en la isla vivía una situación de pobreza soportable y cierta permisividad sobre sus papeles. Dar a luz en la colonia francesa era un sueño de mejor vida para sus hijos.

En esta situación de partida el cómic presenta la convivencia de personajes variopintos. Algunos franceses, llegados a la colonia con diversas motivaciones y expectativas, otros de la población autóctona, y los recién llegados. Pobres deseando ser acogidos a costa de dar placer o mantener la casa de ricos, bienintencionados dentro de un orden, comprometidos, cuarentones en crisis...
Pero lo que hace terrible esta historia de inmigración es cuando la política francesa se endurece a partir de Sarkozy. Conmueve e indigna al autor, Masson, que llega a la isla para ejercer de otorrino, y ve cómo comienzan las expulsiones masivas, provocando mucho dolor e indefensión.

En la introducción hecha para esta edición, el autor nos cuenta que todo el largo cómic (más de cuatrocientas páginas) tiene el fin de conducirnos a comprender las cuatro finales: el drama terrible que afrontan una madre y su bebé. Ante la tragedia dice Masson que "este mundo en que vivimos se construye cada mañana; cuando se levante el sol, cada uno lo crea. Por eso hay que cambiarlo todos los días, para llevarlo adonde queramos, para que funcione bien".

Comic de total actualidad, ahora que estamos viviendo la deportación masiva, consentida e ilegal en Francia de personas por el hecho de ser gitanos rumanos. Así que merece mucho la pena sacar este cómic de cualquier biblioteca, leerlo de un tirón y que circule, para sensibilizarnos un poco a todos. Que la crisis no sea además un germen de más rechazo al extranjero, de xenofobia en nuestra sociedad.

Los viejos tiempos. 1: El rey no besa, de Sfar

Los viejos tiempos es una nueva serie de J. Sfar que comienza con este primer volumen titulado "El rey no besa". Es una edición muy cuidada, como siempre, de Ponent Mon. Se trata de una historia fantástica que recrea personajes y elementos de la literatura tradicional tratados con mucha libertad, filosofía, ironía, aparente candidez y el espíritu travieso que forma parte del estilo de este autor. El héroe inocente, los animales fantásticos como el unicornio o el zorro o la serpiente, el rey, la amada, el bosque, los árboles animados... Todo un universo fantasioso que se recorre sin saber a dónde llegará pero con gusto, dejándose llevar.