Chester Brown, en Pagando por ello, memorias en cómic de un putero, nos cuenta su experiencia con prostitutas desde que decidió que no intentaría el amor romántico ni se veía capaz de conseguir relaciones esporádicas. En torno a esta decisión, satisfacer su deseo sexual contratando prostitutas, el autor articula toda una reflexión sobre el sentido de su conducta, su justificación, las visiones de la prostitución como delito o como trabajo, las consecuencias de su regulación o su despenalización...
En realidad, además de todo un conjunto de razonamientos y documentación sobre la cuestión, llama la atención cómo toma decisiones relativas al amor o las relaciones sexuales intentando despojarlas de sentimentalismo, aplicando una especie de lógica sencilla con el objetivo de criticar el amor romántico y defender la despenalización de la prostitución.
La descripción de los encuentros con las prostitutas va de la mano de sus reflexiones y temores: ser descubierto o detenido, si debe dar o no propina, si debe tener en cuenta las críticas previas de las prostitutas en blogs de esta temática, si las chicas sufrirán o no proxenetismo, si su actuación será por decisión libre o económica, si tendrán detrás proxenetas... Y todo ello se completa con las discusiones en torno a esta práctica y su ética con sus amigos, los dibujantes Seth y Joe Matt. Con todo ello este cómic es un ejemplo destacado de ese cómic autobiográfico que se atreve a ser muy sincero -sin llegar a lo morboso- sobre algo casi siempre oculto, la propia sexualidad.
En realidad, además de todo un conjunto de razonamientos y documentación sobre la cuestión, llama la atención cómo toma decisiones relativas al amor o las relaciones sexuales intentando despojarlas de sentimentalismo, aplicando una especie de lógica sencilla con el objetivo de criticar el amor romántico y defender la despenalización de la prostitución.
La descripción de los encuentros con las prostitutas va de la mano de sus reflexiones y temores: ser descubierto o detenido, si debe dar o no propina, si debe tener en cuenta las críticas previas de las prostitutas en blogs de esta temática, si las chicas sufrirán o no proxenetismo, si su actuación será por decisión libre o económica, si tendrán detrás proxenetas... Y todo ello se completa con las discusiones en torno a esta práctica y su ética con sus amigos, los dibujantes Seth y Joe Matt. Con todo ello este cómic es un ejemplo destacado de ese cómic autobiográfico que se atreve a ser muy sincero -sin llegar a lo morboso- sobre algo casi siempre oculto, la propia sexualidad.