El abate Pierre y El vendedor de estropajos son mis dos últimas lecturas de obras del prolífico Edmond Baudoin. En la primera cuenta la historia del Abate Pierre, fundador de los Traperos de Emaús, y por tanto un enorme defensor de los desfavorecidos, los sintecho, fallecido en 2007.
En el segundo, vuelve a narrar un texto de Fred Vargas, en este caso referido a un mendigo vendedor de estropajos y testigo del crimen de una mujer.
En las dos obras consigue transmitirnos mucho con su acuarela que combina sutileza y fuerza, que rasga el papel dejando manchas y huecos, silencios.
En ambos dibuja la ciudad y a sus marginados, con los que se solidariza al contarnos y exponernos sus vidas, casi siempre invisibles cuando pasamos a su lado.
En el segundo, vuelve a narrar un texto de Fred Vargas, en este caso referido a un mendigo vendedor de estropajos y testigo del crimen de una mujer.
En las dos obras consigue transmitirnos mucho con su acuarela que combina sutileza y fuerza, que rasga el papel dejando manchas y huecos, silencios.
En ambos dibuja la ciudad y a sus marginados, con los que se solidariza al contarnos y exponernos sus vidas, casi siempre invisibles cuando pasamos a su lado.