Poeta fallecido joven, con menos de cuarenta años, principalmente a causa de haberse intoxicado con el aceite de colza que en los años ochenta fue usado para adulterarlo y venderlo a gran escala como de oliva, provocando la enfermedad y muerte a muchos de los afectados. Aceite que también se compró en el modesto piso de estudiantes en Madrid en el que se iniciaban al mundo Lois y sus amigos llegados desde Galicia.
El cómic incluye un texto de homenaje de Manuel Rivas, escrito al morir, en 1996, justo cuando se conocía la tardía sentencia sobre el caso de la colza.. Y sobre todo, en el cómic se recrea y dibuja muchos de los poemas y textos de Lois, lo que hace de este cómic una lectura lenta, que se disfruta y enriquece muchísimo. Yo lo tengo además con una dedicatoria del autor realizada durante el Salón del Cómic.
El título homenajea la gran película de David Lean, que también da título a un poema de Lois, y que alude al azar, al destino...
Me ha quedado de Lois Pereiro la imagen de un hombre vitalista y luchador, inteligente y sensible, que veía en el arte y la cultura una vía para resistir, para evitar la tentación de la muerte y "reiniciarse" en el "conocimiento y en la transformación de mi alma extraviada". Emocionante
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