Aquí nos cuenta sus controversias sobre si el cómic es o no arte con una agente tributaria, con el objeto de lograr la reducción de impuestos concedida a los artistas; o con sus pinitos docentes en la universidad, más bien fracasados en el intento de enseñar e interesar por el cómic a los estudiantes. Sabemos el proceso que le llevó a conseguir realizar una película de animación sobre su personaje Flaschko, quien vive envuelto en su manta eléctrica dialogando con su madre.... Curioso y divertido.
lunes, 25 de junio de 2012
La teoría del arte versus la señora Golgruber, de Mahler
Aquí nos cuenta sus controversias sobre si el cómic es o no arte con una agente tributaria, con el objeto de lograr la reducción de impuestos concedida a los artistas; o con sus pinitos docentes en la universidad, más bien fracasados en el intento de enseñar e interesar por el cómic a los estudiantes. Sabemos el proceso que le llevó a conseguir realizar una película de animación sobre su personaje Flaschko, quien vive envuelto en su manta eléctrica dialogando con su madre.... Curioso y divertido.
Un pueblo blanco. El bar del barbudo, de Tomeu Pinya
Una reseña para profundizar, en Trazos en el bloc
domingo, 10 de junio de 2012
Furari, de Jiro Taniguchi
En Furari, Jiro Taniguchi nos cuenta la vida de un paseante aparentemente sin rumbo que va midiendo las distancias que recorre con pasos lo más uniformes que puede, para ir haciendo un mapa preciso de su país. Entretanto vemos sus sueños o seguimos sus observaciones sencillas de una tortuga, unas luciérnagas, un paisaje, una comida o el trabajo de las hormigas.
Por tanto se unen para ser homenajeados en el cómic el amor a la naturaleza y su observación, a la poesía, y en general a la vida y a la capacidad para perseverar en un objetivo de las personas que así dan sentido a su recorrido. Con ello, Taniguchi produce una serie de historias muy coherentes con su estilo y sensibilidad.
Por tanto se unen para ser homenajeados en el cómic el amor a la naturaleza y su observación, a la poesía, y en general a la vida y a la capacidad para perseverar en un objetivo de las personas que así dan sentido a su recorrido. Con ello, Taniguchi produce una serie de historias muy coherentes con su estilo y sensibilidad.
Los días más largos, El año que vimos nevar, y Mi organismo en obras, de Fermín Solis
Sigue el ciclo con El año que vimos nevar, formado por seis historietas autobiográficas referidas también a la evolución de la infancia de Martín. El niño recuerda la primera vez que vio nevar, jugar a las chapas, desear una bicicleta, los regalos de la abuela, ir al cine a ver con admiración "Cuando los dinosaurios dominaban la Tierra", la llegada del vídeo a casa, los malos profesores y los castillos escolares, criar gusanos de seda, cambiar de coche, hacer un viaje, acoger la imagen del Sagrado Corazón de Jesús que iba de casa en casa... Muchos recuerdos contados con sencillez y de modo simpático, que indudablemente podrán mover al lector a la melancolía, la nostalgia o la evocación de recuerdos propios.
Y el tercer volumen es Mi organismo en obras, donde de nuevo Martín Mostaza nos va contando ahora sus recuerdos de adolescencia, con un tono parecido de ironía o nostalgia. Los cambios en el propio cuerpo, las dudas, el trabajo de aprendiz de albañiz acompañando al padre, la relación con la música o los cómics, los avances en la cuestión del sexo.... todo contado con sencillez y sinceridad, de modo que puede ser una lectura referencial para muchos lectores de su generación.