La lectura de Blast 2, el apocalipsis según San Jacky, de Manu Larcenet no defrauda, cerrando la historia que comenzó en Blast, bola de grasa. A través del interrogatorio buscando su confesión de un crimen, Polza va rememorando su vida como vagabundo por los fríos campos franceses, entre la alucinación, el alcoholismo y el "blast", acentuado por la heroína. Pero a la vez irá guiando a los policías hacia el conocimiento de la verdad, a través del encuentro con otro vagabundo, camello, violento y amante de los libros..
Y por el camino se va desgranando muchas intuiciones, con un dibujo también muy complejo pero que ha terminado atrapándome. Una obra que creía demasiado difícil para mí, pero que al final he disfrutado dentro de la dureza de su temática.
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