Juke box, de Charles Berberian

Juke box, de Charles Berberian, me ha resultado un cómic muy divertido, porque trata con ironía a la vez que con afecto o admiración a músicos como Bowie, los Rolling Stones, los Beatles, Leonard Cohen, Michael Jackson, Phil Collins o Elton John.
En el cómic, contando anécdotas o imaginando encuentros, entrevistas o situaciones se ríe igual de las hombreras de Collíns que del momento Ziggy Stardust de Bowie, de los zapatos de Leonard Cohen y de los anhelos de Jackson...., componiendo una mirada desenfadada de estos grandes del pop y el rock.

Eloísa y Napoleón, de Cristina Florido y Francisco Ruizge

Eloísa y Napoleón, de Cristina Florido (historia) y Francisco Ruizge (dibujos) es, más que un cómic, un álbum ilustrado que presenta un cuento de amor enormemente tierno.

Un hombre muy bajito, de fisonomía inspirada en el payaso Charlie Rivel, está perdidamente enamorado una mujer muy muy alta y de gesto serio, esforzándose por encontrarla y conquistarla a través de la belleza, el olor y el sabor de las flores y frutos...


Un dibujo sencillo y con encanto para una historia igualmente encantadora.

Superzelda, de Tiziana Lo Porto y Daniele Marotta

Superzelda, de Tiziana Lo Porto y Daniele Marotta, cuenta la vida de Zelda, mujer avanzada para su época, que vivió intensamente su juventud en los años veinte, y fue esposa de Scott Fitzgerald.

El cómic nos cuenta la búsqueda de la felicidad, de la independencia y del placer de la protagonista. Los viajes por Europa, las fiestas, las relaciones amorosas y las inquietudes personales e intelectuales de los dos van evolucionando, y también sabemos cómo se fue introduciendo en sus vidas el alcoholismo, la enfermedad mental o la inseguridad. También con ello vamos conociendo la psicología de la época.

Miércoles, de Juan Berrio

Miércoles, de Juan Berrio, es un cómic muy simpático. Refleja de un modo inocente, con colores cálidos y suaves, los acontecimientos de un día corriente en la ciudad. Historias sencillas, amables, a veces fantasiosas, con cruces y encuentros de personajes desde que despunta el sol hasta que llega la noche. Una visión poética y sencilla de la vida cotidiana.

Enemigo, de Jiro Taniguchi

Enemigo, de Jiro Taniguchi, es una obra dibujada por nuestro autor a mediados de los años ochenta, a partir de unos guionistas que se identifican con las siglas M.A.T., y es una historia de género, protagonizada por un detective japonés pero de inspiración en la novela negra occidental.
Está dibujado con mucho entusiasmo y un estilo cinematográfico, siendo para mi la historia lo menos importante, aunque se siga con interés: el intento de rescate de su hermano, secuestrado por una guerrilla que lucha por el poder y se opone a la explotación de la selva del país imaginario en que se desarrolla la acción, aliado con grandes compañías interesadas en los mismos.
Taniguchi se explaya en el dibujo de los paisajes, del perro protagonista, de las montañas, y eso le da el encanto a esta buena edición. Esta tiene un papel ahuesado de buen gramaje y varios textos analíticos a su final, junto a una evocación de la época en que se publicó el cómic del propio Jiro Taniguchi.
Ponent Mont regala las primeras cincuenta páginas en su web.

La niña de sus ojos, de Mary M. Talbot y Bryan Talbot

La niña de sus ojos, de Mary M. Talbot y Bryan Talbot, es la estupenda recreación de la infancia y juventud de dos jóvenes: la propia autora, Mary Talbot, y Lucía Joyce, hija del gran escritor irlandés. Las dos trayectorias se nos van contando a la vez, contraponiendo sus respectivos contextos familiares e históricos pero también algunas similitudes.
Mary Talbot nos va contando su infancia, marcada por la excesiva rigidez de su padre, James S. Atherton, uno de los mejores expertos en la obra de James Joyce. De niña, Mary interrumpía reclamando la atención a su padre, enfrascado en el estudio del escritor. Y ya de profesora universitaria, se decide a  estudiar la vida de la hija de Joyce, Lucía, quien pasó muchos años ingresada en centros psiquiátricos hasta su muerte en uno de ellos, diagnosticada de esquizofrenia.
La hija de Joyce se vio muy condicionada por el predominio de la voluntad e intereses de su padre: sus viajes desde Trieste a París o Londres. Su mayor ilusión de adolescencia, la danza, que llegó a interpretar profesionalmente, fue rechazada por su padre, igual que la derivación de ésta, la enseñanza de la danza con fines terapéuticos. Tras la frustración de estas aspiraciones y la ruptura de su relación con Samuel Beckett, la estabilidad mental de Lucia fue rompiéndose.
De modo que el cómic nos enfoca y destaca la influencia de la relación padre-hija en las segundas, y cómo actitudes de autoritarismo, menosprecio y limitación de la autonomía de las protagonistas las pudo marcar, sobre todo en el caso de la niña de Joyce. Y en ambos casos con la colaboración o sumisión de sus madres.
Me queda la duda de si el cómic simplifica la relación de Joyce con su hija, y si la actitud hacia ella fue la causa única de su deterioro mental; pero aún así me ha parecido un gran cómic biográfico sobre éstas que fueron las niñas de sus ojos de sus respectivos padres, aunque desde luego éstos no supueron hacerlo con ellas.

No seas amable conmigo, de Josep Casanovas y Daniel Serrano

No seas amable conmigo, de Josep Casanovas y Daniel Serrano cuenta la vida de Raúl, un chico con una tienda de discos de vinilo y en crisis personal, tanto con su pareja como con su proyecto vital. De modo que es momento para pensar en cambios.
Cómic que se lee  con gusto, que homenajea a la música, que recuerda la novela Alta fidelidad de Nick Hornby, y que plantea la dificultad para estabilizarse vitalmente a mitad de la treintena, cuestión que no ha dejado de estar de actualidad.

Sólo para gigantes, de Gabi Martínez y Tyto Alba

Sólo para gigantes, de Gabi Martínez y Tyto Alba, cuenta la vida de Jordi Magraner, zoólogo francés de origen valenciano que en 2002 murió degollado en Pakistán. Allí había llegado quince años antes intentando encontrar  especies animales de las que solo se sabía por tradiciones orales o testimonios no contrastados. Y sobre todo encontrar al yeti por las montañas agfanas y paquistaníes. Un afán romántico, heterodoxo respecto a la ciencia aceptada, por el que luchó incansablemente a pesar de dificultades económicas, un contexto geográfico y político duro y un carácter contradictorio.
Gabi Martínez describe la vida del protagonista e investiga su muerte aún sin resolver, y Tyto Alba intenta dibujarnos la historia -literatura de viaje y de aventura, entre lo documental y lo biográfico-, que se hace compleja quizás por reflejar la dificultad de dar un único hilo conductor a la vida de este hombre. Jordi tuvo una personalidad muy fuerte, a veces parece malhumorado. Y a la vez que perseguir un ideal intentó proteger a los kalash -un pueblo pagano en el Afganistán donde estaba en expansión el fundamentalismo talibán, que receló de él y lo acusó de pedofilia o homosexualidad en un país tan homófobo... No se si en el libro -no lo he leido- Gabi Martínez desarrolla más la grandeza del protagonista, pero me da la impresión de que en el cómic se presenta sobre todo su lado humano a la vez que su fortaleza...
Estos días se ha publicado una amplia reseña en El País: "Buscando al Yeti entre los talibanes"