Una entonces en auge minería del carbón atraía a cientos de inmigrantes italianos a trabajar a esta mina belga, donde las condiciones laborales eran muy penosas: entraban en sus pozos antes de salir el sol y salían ya de noche; prácticamente vivían sin ver la luz. Y con unas condiciones de seguridad deficientes, que provocaron un incendio terrible, causado por una confusión entre dos trabajadores que no se entendieron y una vagoneta descarrilada. Los mineros se vieron cercados por el humo y el fuego cuando se encontraban a 900 metros de la superficie y no se pudo llegar a ellos hasta semanas después.
La historia se nos cuenta desde el punto de vista de unos trabajadores italianos y sus familias, de sus dudas sobre si volver o no a su pueblo y dejar la mina, o conseguir asentarse en su nuevo país. De sus deseos y ensoñaciones, y de su dura realidad. En este video un homenaje a los mineros que murieron en Marcinelle. La mina fue cerrada y se convirtió en un centro museístico y de recuerdo a aquellas víctimas.
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