daytripper, de Fábio Moon y Gabriel Bá, cuenta la vida de un redactor de necrológicas, Brás de Oliva, hijo de un escritor y a su vez él mismo escritor tardío. Oficio digno, por cierto, de uno de los personajes de José Carlos Fernandes, con quien comparte este cómic la riqueza de sus historias y el tono a veces onírico o imaginario, siendo a la vez muy vitalista.
Sabemos de Brás a través de diez de sus momentos clave, que dan lugar a los diez capítulos del cómic, y que no aparecen en orden cronológico. En cada uno de ellos se muestra cómo las decisiones que tomamos y las de los que nos rodean marcan nuestro destino posibilitando giros, formas de vivir o de morir. Parece como si el mismo protagonista quisiera contarnos sus claves vitales -sus parejas, su gran amigo, su padre, el nacimiento de un hijo, la vejez...- y en cada uno de ellos supone una posible muerte que daría lugar a uno de sus obituarios.
Es un cómic que atrapa, que habla de cosas fundamentales que pueden ser también las de cada lector. Mejor leerlo que contar con más detalle de qué va: merece la pena.
domingo, 16 de febrero de 2014
sábado, 8 de febrero de 2014
La travesía del Louvre, de David Prudhomme
La travesía del Louvre, de David Prudhomme, es un bonito homenaje a este gran Museo. El Museo ha creado una serie de cómic para acercar sus colecciones y promocionarlas, y aunque las obras resultantes son encargos, el cariño con que se dibujan las hacen historias que merece la pena leer.
En este, el protagonista, que es el propio autor, va recorriendo las salas buscando a su pareja, mostrándonos de fondo cientoss de sus pinturas y esculturas.
Pero los auténticos protagonistas son los visitantes: vemos cómo observan, cómo se quedan absortos, recorren lentamente o deprisa, van solos, acompañados o en grupos con guías. Los vemos descansar, fotografiarse, grabar, hacer cola para poder mirar La Gioconda... Los hay de todas las edades, razas y aspectos. No es de extrañar porque es un museo por el que pasan nueve millones de personas por año.
En este, el protagonista, que es el propio autor, va recorriendo las salas buscando a su pareja, mostrándonos de fondo cientoss de sus pinturas y esculturas.
Pero los auténticos protagonistas son los visitantes: vemos cómo observan, cómo se quedan absortos, recorren lentamente o deprisa, van solos, acompañados o en grupos con guías. Los vemos descansar, fotografiarse, grabar, hacer cola para poder mirar La Gioconda... Los hay de todas las edades, razas y aspectos. No es de extrañar porque es un museo por el que pasan nueve millones de personas por año.
Rural, de Etienne Davodeau
Rural, de Etienne Davodeau, es el relato de cómo afectó a unos agricultores y ganadores franceses la construcción de una autopista que acabó atravesando sus tierras. La historia muestra el proceso de producción ecológica, en el que no se abona de modo químico la tierra, no se dan piensos elaborados al ganado ni se satura de antibiótico a los animales. Y en ese contexto de esfuerzo de uso sostenible de los recursos naturales, aparece la capacidad de influencia de los más poderosos y la burbuja de las grandes infraestructuras para romper el equilibrio. Una casa hecha poco a poco por una pareja de agricultores que se expropia y destruye, la necesidad de reparcelaciones sobre nuevas tierras, el ejemplo de organización y lucha reivindicativa de los agricultores afectados.... pequeñas historias que nos cuenta el autor y que tienen de bueno su autenticidad. La editorial nos enseña aquí unas páginas: