
Lo que nos cuenta es una rebelión acontecida en un barco pesquero dedicado al cangrejo ruso. Este cangrejero navega hacia la península rusa de Kamchatka, escoltado por un buque de la Armada Japonesa, pues entra ilegalmente en aguas rusas para lograr el máximo de capturas. En el barco los pescadores viven en régimen de esclavitud, apaleados y coaccionados de mil formas para lograr más y más cangrejo para su enlatado. El patrón es un tirano ambicioso y cruel que aspira a enriquecerse a costa de lo que sea...
Este sencillo pero real argumento es narrado por el autor logrando una crítica del capitalismo que le supuso la muerte con solo 29 años, a manos de la policía secreta japonesa. Me ha gustado leerlo estos días en un paréntesis de la agitación de estos días...
Una obra que emparento con La jungla, de U. Sinclair, que ya reseñamos aquí.
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