Emanon recuerdos, de Shinji Kajio y Kenji Tsuruta

Emanon, Recuerdos es un cómic basado en la novela de Shinji Kajio dibujado por Kenji Tsuruta, cuya lectura invita a  buscar los propios recuerdos, y en ese sentido quizás puede llevar al lector a la melancolía.

En sí es una historia sencilla: un joven estudiante regresa en ferry a su casa, tras un viaje para olvidar o superar alguna decepción. Entre los cientos de pasajeros que compartirán la noche de viaje se encuentra con una chica sin nombre, vagabunda, fumadora, encantadora y misteriosa, con la que conversará hasta que el sueño les pueda. La chica parece tener una memoria infinita, acumulando los recuerdos de todo lo vivido desde el origen de la Tierra. Tras la separación, el muchacho también guardará en su memoria los momentos de felicidad vividos aquella noche, alimentando su nostalgia a lo largo de los años e intentando reencontrarse con aquella enigmática adolescente.

Ambientado en los años sesenta, cuando la carrera espacial estaba a punto de llevarnos a la Luna, la historia combina la fantasía con los guiños a la cultura hippie, y parece que Ponent Mon la continuará publicando en unos meses "Sasurai Emanon". Hay una reseña muy completa en Blog Visual.

El arabe del futuro 2: una juventud en Oriente Medio, 1984-1985, de Riad Sattouf

El árabe del futuro: una juventud en Oriente Medio, 1984-1985, de Riad Sattouf, es el segundo volumen de la autobiografía del autor, en el que nos cuenta su primer curso de escolarización en Siria, y a través de su mirada observadora y en apariencia inocente nos presenta la cultura, la educación y la sociedad de aquel país, en los años de gobierno del dictador Hafet el Asad, padre del ignominioso presidente actual, Bachar el Asad.

Resulta una lectura entrañable, pues combina la ingenuidad del relato del niño con una ilustración de lo que era la vida en este país árabe, y cómo el ser el padre sirio y la madre francesa va planteando paradojas y contradicciones en la manera de entender la educación y asumir los objetivos de la familia desde las raíces y la visión de los papás.

Esperemos tener pronto a disposición los volumenes tres y cuatro...

Peepshow, de Joe Matt

Magnífica edición de las primeras historietas autobiográficas de Joe Matt, en las que ya muestra su enorme capacidad para exhibir su vida de modo despiadado: su tacañería, sus obsesiones, su preferencias sexuales, entre las que abunda sobre todo por su afición a la pornografía....

En realidad, es un cómic muy bueno, a pesar de lo dificilísimo que resulta leer viñetas minúsculas llenas de texto y todo tipo de detalles, no solo escatológicos.

Si lo conseguimos, veremos también la parte tierna del autor, sus relaciones con sus novias y con sus amigos dibujantes Chester Brown y Seth. Y también nos muestra su afán por los libros:

Valentina, de Guido Crepax

Valentina, de Guido Crepax, es una nueva recopilación de las historias de Baba Yaga, que al editarse en Debolsillo aspira a dar a conocer a la actual generación de lectores este cómic publicado a principios de los setenta y que fue un referente de un erotismo elegante y culto.

Robert Moses, de Pierre Christin y Olivier Balez

Robert Moses, de Pierre Christin y Olivier Balez, es la historia de este arquitecto y promotor urbanístico que desde los años treinta del siglo pasado impulsó centenares de construcciones y equipamientos en el estado de Nueva York, configurando en buena parte su forma actual. Personaje con enorme capacidad para lograr fondos públicos y privados, promovió decenas de autopistas, puentes, parques públicos, presas, piscinas, estadios deportivos y edificios de todo tipo. El cómic destaca por los bonitos dibujos de todas esas grandes obras, sin profundizar demasiado en las controversias políticas y sociales que provocó la gigantesca transformación urbana resultado de la megalomanía de Moses, que acabó siendo cuestionado.
Lo que no me ha terminado de convencer es la traducción, pues transcribe literalmente giros del inglés americano con frases y un vocabulario poco naturales a nuestro castellano.

Gavrilo Princip, de Henrik Rehr

Gavrilo Princip: el hombre que cambió el siglo, de Henrik Rehr, es la vida del extremista serbiobosnio que mató al heredero del trono austrohúngaro, Francisco Fernando de Habsburgo, y a su esposa Sofía, y que fue considerado factor detonante de la primera guerra mundial.

El cómic contiene un detallado recorrido de la vida de este joven desde sus orígenes, una infancia rural y pobre, centrándose en cómo el deseo de liberarse de dominio del imperio austrohungaro fue encaminando a Gavrilo hacia los grupos más radicalmenete nacionalistas. Lo que se ha considerado un hecho aislado de unos jóvenes enloquecidos pero manipulados fue excusa para la entrada en cascada en una guerra consecuencia de las tensiones imperialistas y colonialistas de las décadas previas. Pero el cómic se queda a las puertas de esta historia, mostrándose sobre todo como un relato biográfico que intenta ser fiel a los hechos más propios de la vida de Princip.

Me ha gustado mucho el que comienza con un reconocimiento del autor a los bibliotecarios, muy frecuente en la literatura pero que siempre es de agradecer a quienes valoramos estas instituciones de la cultura pública: "el autor quiere agradecer el trabajo de (...) el maravilloso equipo de la biblioteca pública de Nueva York, sin cuya aportación este libro nunca hubiera visto la luz".  Esto nos da idea de que es una obra bien documentada de una de las muchas etapas negras de la historia de Europa

Tante Wussi, de Karin Bacher y Tyto Alba

Tante Wussi, de Karin Bacher y Tyto Alba, es la historia de una familia alemana que se estableció en Mallorca en los años inmediatamente anteriores a la Guerra Civil. La decisión de que volviera a Alemania la esposa con los niños para esquivar esta guerra les abocó a la separación, y a encontrarse en graves peligros por el ascenso del nazismo.
Una de las niñas de aquella familia es Tante Wussi, tía abuela de la autora del guión de este cómic, a quien le va contando sus recuerdos de aquella época, marcados por el origen judío de su madre, separaciones y reencuentros.
El cómic se convierte así en una emocionante historia familiar, y a la vez en una panorámica de lo que supuso el nazismo a las familias con miembros judíos. Tyto Alba se supera, creo, con sus dibujos bien documentados de ciudades y campos alemanes y mallorquines, en los que se consigue un aire nostálgico de gran belleza.

"El arte en el cómic": una exposición que merece la pena ver

La exposición "El arte en el cómic", que está en la Fundación Telefónica de Madrid, es una muy buena selección de viñetas, dibujos o historietas inspiradas en pinturas clásicas o en general en el mundo del arte y los artistas, con los que se interactúa y homenajea.
Tanto de autores españoles como internacionales, nos hace ver la originalidad que logra el cómic en su tratamiento de estas obras, cómo aborda la biografía de los artistas, cómo está presente en muchos museos..., destacando el caso del Louvre que tiene toda una serie editorial en que autores de cómic recrean aventuras en el Museo haciéndolo escenario y protagonista de sus historias.
Además de presentarnos la visión del cómic de la historia de la pintura y de su presencia en los museos, se enriquece con originales hechos por diversos ilustradores de obras pertenecientes a la colección de arte de la Fundación Telefónica. Y se acompaña de este documental que merece la pena ver, sobre todo si no se tiene la suerte de poder hacer una visita en persona.

Tomoji, de Jiro Taniguchi y guión de Miwako Ogihara

Tomoji nos cuenta la infancia de una niña que llegó a ser la fundadora de un templo budista en la región de Tokio.  Taniguchi opta por contarnos no la vida adulta pública de Tomoji Uchida sino su niñez, ambientada en el Japón rural de principios de siglo pasado, hasta el momento del matrimonio.  Una vida sencilla, llena de dificultades familiares, de salud y de escasez de medios económicos entre preciosos valles y montañas que el dibujante homenajea dedicándoles su capacidad para el detalle y para la panorámica.
Contada con la dulzura propia de Taniguchi, vemos cómo pasa la vida de la protagonista, con un ritmo de tiempo propio del mundo agrícola: las largas caminatas a la escuela, la unión de la familia ante la enfermedad o la muerte, el trabajo desde la infancia en las tareas del campo o la casa, la sumisión y aceptación de las tradiciones por muy duras que sean...
Todo ese ambiente de sometimiento a la tierra y a lo establecido lleva a la laboriosa Tomoji a desarrollar cierta espiritualidad que la marcará, y quizás hace comprender la biografía que ya en el cómic no llegamos a conocer.
Taniguchi, con la colaboración como guionista de Miwako Ogihara, vuelve a crear un cómic encantador, que nos hace introducirnos en la vida cotidiana de los personajes y empatizar con ellos, sus esfuerzos y sus ilusiones.