Insecto, de María Llovet, es un cómic sobre la relación incestuosa de dos hermanos adolescentes. El chico es disléxico, lo que explica el juego de la autora con el título. Es una obra valiente por el tema, que indudablemente es uno de los tabúes permanentes en la historia de nuestras sociedades.
La autora logra captar nuestra atención, haciéndonos desear como lectores comprender ese mundo adolescente, perturbador, de emociones intensas y contradictorias de los protagonistas. Su estilo logra personalidad a la vez que recuerda al manga de Kiriko Nananan. apoyado también en la expresividad que recuerda a la elegante Valentina de Guido Crepax. Me ha parecido interesante la forma de captar las sensaciones y dudas de los hermanos, que viven su historia en cierto modo enfrentados al mundo adulto que representa entre otros la madre. Y pasan también por la biblioteca, en la que Lucas tiene un escarceo...
Recomendable entrevista con la autora en Zona Negativa y críticas en Cómic para todos y Papel en blanco.
lunes, 27 de junio de 2016
sábado, 18 de junio de 2016
Miguel en Cervantes, de Miguelanxo Padro y David Rubin
Miguel en Cervantes es un cómic que se publicó como catálogo de una Exposión que le fue dedicada con motivo del 400 aniversario al autor del Quijote. Incluye dos historias: la vida de Miguel de Cervantes ilustrada por Miguelanxo Padro y enmarcada en su época de manera sencilla, y una adaptación del brillante Retablo de las Maravillas a cargo de David Rubin, en el que Cervantes se ríe de la falsedad de los poderosos a través del engaño de Chanfalla y la Chirinos a su Benito Repollo y compañia. Obra por tanto útil desde el punto de vista didáctico y que nos acerca a un autor que merece todo lo que se haga para que lo conozcamos mejor.
miércoles, 15 de junio de 2016
Crisálida, de Carlos Giménez
En Crisálida, Carlos Giménez nos ofrece a sus muchos incondicionales una muestra más de su maestría y generosidad, al hablarnos de la muerte a través de dos personajes que son dos caras de sí mismo. Por tanto podemos entender que nos está hablando de su propia sensación de deterioro y desánimo vital.
Es una obra que cuenta las verdades del hombre mayor pesimista y lúcido hablando de sí mismo, y por eso me ha conmovido. El cómic es una ficción, igual que sus protagonistas, pero quien lo escribe y parece expresarse a través de ellos nos cuenta sus muchas decepciones y su disposición a rendirse. Carlos Giménez grita quién es y qué siente, con la autenticidad y sencillez del maestro que es. Nos hace leerlo de un tirón y nos deja sin mucho que decir.
Es una obra que cuenta las verdades del hombre mayor pesimista y lúcido hablando de sí mismo, y por eso me ha conmovido. El cómic es una ficción, igual que sus protagonistas, pero quien lo escribe y parece expresarse a través de ellos nos cuenta sus muchas decepciones y su disposición a rendirse. Carlos Giménez grita quién es y qué siente, con la autenticidad y sencillez del maestro que es. Nos hace leerlo de un tirón y nos deja sin mucho que decir.
La pelusa de los días, de Sole Otero
La pelusa de los días, de Sole Otero, es un cómic que recoge con ternura "pequeñeces de la vida cotidiana", o "los pedacitos más escurridizos de la realidad".
La captura de estos instantes, en los que muchas veces revelamos nuestras debilidades e inseguridades con humor, es lo que muchas veces nos hace afrontar la vida con menos temores, pues ya nos hemos sabido reír de nosotros mismos y relativizar los agobios por las minucias y las mezquindades con las que a veces nos cruzamos en el día a día. La autora atrapa estas pelusas con encanto, ironía y algo de melancolía.
La pelusa, que es también el nombre que se atribuye la protagonista, es lo que queda del tiempo vivido, aunque es también lo que hay que limpiar de vez en cuando, porque es reflejo de lo que nos ocupa o nos agobia para afrontar nuevos días.
La autora tuvo el detalle de dedicarnos su obra en el Salón del Cómic.
La captura de estos instantes, en los que muchas veces revelamos nuestras debilidades e inseguridades con humor, es lo que muchas veces nos hace afrontar la vida con menos temores, pues ya nos hemos sabido reír de nosotros mismos y relativizar los agobios por las minucias y las mezquindades con las que a veces nos cruzamos en el día a día. La autora atrapa estas pelusas con encanto, ironía y algo de melancolía.
La pelusa, que es también el nombre que se atribuye la protagonista, es lo que queda del tiempo vivido, aunque es también lo que hay que limpiar de vez en cuando, porque es reflejo de lo que nos ocupa o nos agobia para afrontar nuevos días.
La autora tuvo el detalle de dedicarnos su obra en el Salón del Cómic.
jueves, 9 de junio de 2016
Mibu y el Bulli
Este cómic cuenta la visita que hizo Hiroyosi Ishida con su equipo al restaurante El bulli, con motivo de la invitación realizada por Ferrá Adriá para que durante unos pocos días sirviera el menú japonés que elabora en el Mibu para ocho comensales por jornada.
En general pienso que la alta gastronomía está sobrevalorada en la parte rica de nuestra sociedad, y si bien es una muestra significativa de la cultura en un sentido antropológico, igual nos estamos pasando con la sublimación de la comida y todo lo que la rodea. Un pequeño reflejo más de esta impresión es que se publiquen muchos cómics gastronómicos, y que también en manga proliferen series centradas en la cocina.
Al margen de esto, la historia que cuenta este cómic es enternecedora. El restaurador japonés lleva hasta las últimas consecuencias y detalles la reproducción de su cocina japonesa, con sus ingredientes y su estilo, en El bulli. Lo hace como un ejercicio de honestidad personal, de reconocimiento y respeto a su colega Adriá. Éste a su vez le manifiesta también su admiración por su cocina, y en esa mutua armonía viven con generosidad y entrega esta experiencia culinaria única.
El cómic que nos cuesta esta historia es de edición modesta, pero esta lleno de detalles en cuanto a la descripción de los ingredientes traídos desde Japón, la decoración acorde a los platos, las pequeñas dificultades surgidas en el proceso de transferencia de la cocina de un contexto a otro tan distinto....
En mi limitada capacidad de análisis de lo que se nos cuenta, se trata de una cocina que combina la tradición con la búsqueda de la perfección en las elaboraciones, los ingredientes óptimos, la mirada a la naturaleza como fuente de inspiración para recrear nuevos platos... Con todo ello quienes cocinan producen arte y facilitan experiencias casi místicas a los 8 comensales servidos a diarios. Una labor que me merece respeto y los hace sentirse felices por más que estén en un plano que me es bastante lejano.
En general pienso que la alta gastronomía está sobrevalorada en la parte rica de nuestra sociedad, y si bien es una muestra significativa de la cultura en un sentido antropológico, igual nos estamos pasando con la sublimación de la comida y todo lo que la rodea. Un pequeño reflejo más de esta impresión es que se publiquen muchos cómics gastronómicos, y que también en manga proliferen series centradas en la cocina.
Al margen de esto, la historia que cuenta este cómic es enternecedora. El restaurador japonés lleva hasta las últimas consecuencias y detalles la reproducción de su cocina japonesa, con sus ingredientes y su estilo, en El bulli. Lo hace como un ejercicio de honestidad personal, de reconocimiento y respeto a su colega Adriá. Éste a su vez le manifiesta también su admiración por su cocina, y en esa mutua armonía viven con generosidad y entrega esta experiencia culinaria única.
El cómic que nos cuesta esta historia es de edición modesta, pero esta lleno de detalles en cuanto a la descripción de los ingredientes traídos desde Japón, la decoración acorde a los platos, las pequeñas dificultades surgidas en el proceso de transferencia de la cocina de un contexto a otro tan distinto....
En mi limitada capacidad de análisis de lo que se nos cuenta, se trata de una cocina que combina la tradición con la búsqueda de la perfección en las elaboraciones, los ingredientes óptimos, la mirada a la naturaleza como fuente de inspiración para recrear nuevos platos... Con todo ello quienes cocinan producen arte y facilitan experiencias casi místicas a los 8 comensales servidos a diarios. Una labor que me merece respeto y los hace sentirse felices por más que estén en un plano que me es bastante lejano.
lunes, 6 de junio de 2016
El cielo sobre Berlín, de Sebastiano y Lorenzo Toma
El cielo sobre Berlín, de Sebastiano y Lorenzo Toma, adapta en cómic la maravillosa película de Win Wenders, en la que contó con la colaboración con Peter Handke y Richard Reitinger.
Esta versión moderniza algunos detalles (están presentes los portátiles, las tablets, por ejemplo, y la impresionante escena de la Biblioteca Estatal de Berlín se traslada al Monumento en recuerdo del Holocausto) pero es muy fiel al espíritu de la obra.
Ángeles que añoran la condición humana y siguen la vida de la gente corriente, escuchando sus pensamientos y preocupaciones. Los siguen por la ciudad y sus escenarios, sintiéndose tentados por el deseo de hacerse mortales: poder emocionarse, sufrir, amar, tener historia...
Esta versión moderniza algunos detalles (están presentes los portátiles, las tablets, por ejemplo, y la impresionante escena de la Biblioteca Estatal de Berlín se traslada al Monumento en recuerdo del Holocausto) pero es muy fiel al espíritu de la obra.
Ángeles que añoran la condición humana y siguen la vida de la gente corriente, escuchando sus pensamientos y preocupaciones. Los siguen por la ciudad y sus escenarios, sintiéndose tentados por el deseo de hacerse mortales: poder emocionarse, sufrir, amar, tener historia...
sábado, 4 de junio de 2016
Heavy 1986, de Miguel B. Núñez
Heavy 1986, de Miguel B. Núñez, es la historia de unos adolescentes madrileños abriéndose a la vida a mediados de los años ochenta, a través de la música heavy que se escuchaba esos años.
Cada capítulo es una pequeña historia en la que a su vez se evoca alguna canción, un disco, un grupo o un local de encuentro de los protagonistas, chicos de barrio desorientados, disconformes en su ámbito familiar, educativo o social, que encuentran en la música un elemento de unión, de apertura al mundo y rebeldía.
Cada capítulo es una pequeña historia en la que a su vez se evoca alguna canción, un disco, un grupo o un local de encuentro de los protagonistas, chicos de barrio desorientados, disconformes en su ámbito familiar, educativo o social, que encuentran en la música un elemento de unión, de apertura al mundo y rebeldía.