Chester Brown defiende la prostitución y nos ha contado en su cómic anterior, Pagando por ello, que su única práctica sexual es a través de ella, y en concreto con la misma prostituta en los últimos once años.
Aquí hace una reinterpretación documentada sobre el significado real de esta práctica en los textos que forman parte de los mitos de origen judeocristianos. Sin voluntad de polémica ni ofensa religiosa, y de acuerdo con sus fuentes, al dibujarnos parábolas e historias de la Biblia en que hay prostitutas que reciben un pago por el sexo nos trasmite las evidencias de esta realidad y vemos esta faceta de la vida de muchas mujeres protagonistas del Antiguo y Nuevo Testamento que a través de ello consiguieron supervivencia o ventaja social.