La grieta, de Carlos Spottorno y Guillermo Abril, es un diario los viajes de los autores a las fronteras de Europa, donde muestran el sufrimiento de los refugiados. Usan para ello miles de fotografías, con las que componen una novela gráfica enormemente expresiva. Las fotografías coloreadas digitalmente le dan un toque abstracto y muy contrastado que trasmite autenticidad y contundencia.Como reporteros de El Pais, los autores fueron al Gurugú donde se encontraron con los subsaharianos que intentan saltar la valla de Melilla; a la frontera marítima italiana, donde se embarcaron en uno de los barcos que realizan el rescate de las pateras llegadas de las costas de Libia; a los Balcanes por donde transcurre el éxodo de los exiliados sirios, a los bosques árticos de Finlandia y a la zona de conflicto de Bielorrusia. Tras unos cuatro años de viaje reúnen en el cómic toda esta suma de muestras de la falta de solidaridad, de la desigualdad y de la incompatibilidad de la globalización con un mundo justo en donde se puedan materializar los derechos humanos básicos.
Un cómic excepcional que he leído cuando en la Biblioteca Regional de Murcia un grupo de voluntarios independientes ha traído una exposición, Pasajeros, que es otro relato de la tragedia de los refugiados con el mismo fin: sensibilizar y fomentar la comprensión y la solidaridad de los ciudadanos europeos.
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