Llavaneres, de Arnau Sanz, es un bonito cómic sobre la añoranza de la infancia. Durante una gélida noche de invierno, el protagonista regresa al pueblo en que pasaba los veranos durante su niñez y primera adolescencia, y evoca sus recuerdos. Los dibujos imitan los colores y los trazos con los que en la niñez pintábamos con lápices seguramente Alpino.
Así que la nostalgia está servida a partir de muchos "me acuerdo de"..., y con ellos la inocencia, los vaivenes de la amistad, el abandono del mundo rural...
sábado, 30 de septiembre de 2017
domingo, 24 de septiembre de 2017
Adiós mi Habana, de Anna Veltfort
Adiós mi Habana. Las memorias de una gringa y su tiempo en los años revolucionarios de la década de los 60, de Anna Vertfort es la historia de la propia autora, que llega de niña a Cuba con su madre, casada con un americano comunista atraído por la Revolución Cubana que antes había sido brigadista internacional durante la Guerra de España.
Mientras la niña va creciendo en un ambiente que nos permite ir conociendo al detalle la vida y la evolución del régimen de Castro, el cómic nos va acercando a la etapa universitaria y al descubrimiento de su orientación lesbiana.
Entre el preuniversitario y los años como estudiante de Historia del Arte en la Universidad de La Habana vamos viendo también cómo la muchacha sufre la persecución de la homosexualidad, considerada contrarrevolucionaria y el progresivo crecimiento del autoritarismo o el control político de la cultura, forzando finalmente a la emigración a toda la familia.
La autora cuenta su vivencia de aquellos años de los 60 dándonos multitud de detalles de la sociedad cubana, su universidad, la vida de los asesores extranjeros o la gente del campo, sus profesores y compañeros de estudio o los intelectuales. Destaca su gran honestidad y franqueza en el relato, que oscila desde la ilusión infantil al desencanto y la frustración de la joven juzgada y condenada por pervertida y desviada.
Todo esto hace el cómic muy interesante si se tiene curiosidad por este país y su maravillosa gente. Pero tristemente es también la historia del fracaso del sueño revolucionario, superado por los prejuicios, los errores políticos y la geopolítica.
Una gran suerte que Verbum nos haya permitido conocer el relato de Anna Verltfort, muy bien comentado en esta reseña en Cibercuba.
Mientras la niña va creciendo en un ambiente que nos permite ir conociendo al detalle la vida y la evolución del régimen de Castro, el cómic nos va acercando a la etapa universitaria y al descubrimiento de su orientación lesbiana.
Entre el preuniversitario y los años como estudiante de Historia del Arte en la Universidad de La Habana vamos viendo también cómo la muchacha sufre la persecución de la homosexualidad, considerada contrarrevolucionaria y el progresivo crecimiento del autoritarismo o el control político de la cultura, forzando finalmente a la emigración a toda la familia.
La autora cuenta su vivencia de aquellos años de los 60 dándonos multitud de detalles de la sociedad cubana, su universidad, la vida de los asesores extranjeros o la gente del campo, sus profesores y compañeros de estudio o los intelectuales. Destaca su gran honestidad y franqueza en el relato, que oscila desde la ilusión infantil al desencanto y la frustración de la joven juzgada y condenada por pervertida y desviada.
Todo esto hace el cómic muy interesante si se tiene curiosidad por este país y su maravillosa gente. Pero tristemente es también la historia del fracaso del sueño revolucionario, superado por los prejuicios, los errores políticos y la geopolítica.
Una gran suerte que Verbum nos haya permitido conocer el relato de Anna Verltfort, muy bien comentado en esta reseña en Cibercuba.
sábado, 23 de septiembre de 2017
Tibirís, de Arnau Sanz Martínez
Tibirís, de Arnau Sanz Martínez, es la historia de un homosexual en los años de la posguerra, contada por su sobrina cuando ya ésta es anciana y dialoga con su nieto, el autor del cómic. También a través de esta historia contada a retazos nos llegan ecos de lo que fue esa época: la escasez, la homofobia, el conservadurismo en las normas sociales determinadas por el catolicismo, el miedo, el mundo rural...
El autor se sitúa de niño conversando y escuchando a su abuela mientras ésta cocina sin prisas o le acaricia el pelo. Ese tiempo tranquilo da para recuperar recuerdos, impresiones de lo que fue la vida de ese hombre solitario, realmente llamado Luis, que se cocinaba en un fogoncillo en su habitación, reflejo de la marginalidad y el aislamiento sufridos.
La acuarela, los dibujos muy difuminados en varios tonos de azul y el tono ayudan al lector a acercarse emocionalmente a este relato familiar de una época triste, y consigue una obra entrañable.
El autor se sitúa de niño conversando y escuchando a su abuela mientras ésta cocina sin prisas o le acaricia el pelo. Ese tiempo tranquilo da para recuperar recuerdos, impresiones de lo que fue la vida de ese hombre solitario, realmente llamado Luis, que se cocinaba en un fogoncillo en su habitación, reflejo de la marginalidad y el aislamiento sufridos.
La acuarela, los dibujos muy difuminados en varios tonos de azul y el tono ayudan al lector a acercarse emocionalmente a este relato familiar de una época triste, y consigue una obra entrañable.
sábado, 2 de septiembre de 2017
Espacios en blanco, de Miguel Francisco
En Espacios en blanco, Miguel Francisco hace memoria de sus recuerdos y de las historias contadas por sus padres ante la necesidad de comprender las lagunas dejadas por el temor a hablar de la guerra civil y sus consecuencias durante la dictadura.
El autor es un badalonés emigrado a Finlandia para dedicarse a la ilustración y la animación digital que nos va contando a la vez su vida actual y su proceso de reconstrucción de esos episodios de la vida familiar: el abuelo anarquista exiliado a Latinoamérica para esquivar la guerra contra Marruecos, los padres...
Merece la pena porque, como tantas historias autobiográficas, hace pensar sobre los propios espacios en blanco.
El autor es un badalonés emigrado a Finlandia para dedicarse a la ilustración y la animación digital que nos va contando a la vez su vida actual y su proceso de reconstrucción de esos episodios de la vida familiar: el abuelo anarquista exiliado a Latinoamérica para esquivar la guerra contra Marruecos, los padres...
Merece la pena porque, como tantas historias autobiográficas, hace pensar sobre los propios espacios en blanco.