Lo que se nos cuenta muy bien da escalofríos: vemos cómo un joven durante su educación militar va desarrollando un enorme instinto para anticipar las reacciones de los demás y destruirlos por el placer de sentir su poder, su superioridad sobre la vida ajena.
Una actitud que aplicará en su breve vida durante los años de la guerra. Lo que él siente como una forma de disfrutar su superioridad a través del ejercicio de la caza de sus rivales, en realidad es un comportamiento sádico, en un contexto de guerra y revanchas.
Por tanto, lo veo como un cómic extraordinario: lo que cuenta a la vez es apasionante pero siniestro por cómo describe esa maldad irreflexiva de las consecuencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario