Es una historia en la que destaca primeramente por lo conseguida que está visualmente: está compuesto de una serie de estampas bellísimas dibujadas con tonos que evocan casi siempre momentos de melancolía, soledad, tristeza, lentitud...
El telón de fondo es la imposición del fascismo en Italia, donde se imitó la persecución judía haciendo al protagonista, Andrea Goldstein, exiliarse a los Estados Unidos.
Sintiéndose estadounidense, se enroló como soldado para luchar para liberar su país del fascismo, recordando el famoso tema de George Gershwin como una metáfora de la vida en Nueva York.
Un cómic precioso que inevitablemente recuerda a Hopper y que hace justa memoria de una vida que pudo ser la de muchos judíos.