Su historia refleja una enorme pasión por la música, una memoria musical impresionante y una gran sinceridad, al contarnos también un fuerte proceso depresivo y sus relaciones íntimas. El hilo conductor del relato es el recuerdo de las cintas de casete que grababa de acuerdo con sus momentos vitales, o las que grababa para sus amigos de forma personalizada según las emociones que le provocaban.
Una muestra de la relación estrecha entre música y vida, que este cómic evidencia, y de lo que nos cala la música que escuchamos.
Este estupendo libro además se acompaña de una playlist en Spotfy con algunas de las muchas canciones que se mencionan, de Neil Young a PJ Harvey, Patti Smith, The cure o Tom Waits. Y por destacar una canción importante en esta historia, lo haría con Just like heaven, de The Cure.