La obra permite conocer la vida de este buen hombre, que intentó mejorar las condiciones de vida y salud de sus vecinos a través de la mejora de la atención médica, de la red pública de agua y alcantarillado, y que fue un gran luchador por los derechos humanos. Represaliado en la universidad o criticado políticamente por su coherencia personal, acabó siendo asesinado en 1987 por paramilitares que atentaban contra políticos o militantes izquierdistas.
Pero el cómic nos acerca a estos acontecimientos desde el relato del ambiente ciudadano de Medellín y de la vida familiar: la convivencia de los hermanos y los padres, los matices en la forma de educar a los hijos en un entorno de tolerancia y amor, los dramas familiares y particulamente la muerte por cáncer de una hija...
El cómic -y el libro en que se basa- es un gran homenaje que hace su hijo al mostrarnos la vitalidad, la honestidad y el compromiso de este médico. Una lectura con la que Tyto Alba consigue emocionarnos, que se debe acompañar de la también magnífica película de Fernando Trueba. Y para saber más, este diálogo en Casa de América.
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