Desde la mirada de la niña, inocente y fantasiosa, se van presentando monstruos y figuras fantasmagóricas, representadas bajo la forma de ratones o cucarachas, que aluden a sus miedos y a las situaciones que vive sin comprender del todo. Con la principal compañía de un hermano entrañable, la niña vive bajo la amenaza de la llegada del padre, con una abuela y una madre que también son víctimas pero que no son capaces de afrontar el problema.
Una obra que sobrecoge de forma sutil, que nos hace a la vez querer ver avanzar la historia y a la vez temer lo que podemos encontrarnos.
Habrá que esperar a ver la obra completa...
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