Historias curiosas y poco conocidas como las de un pequeño submarino propulsado a pedales que se acercaba a las naves para adherirles una carga explosiva o mediante pértigas acabadas en punta de lanza que clavaban para atacar las embarcaciones enemigas...
El prólogo del alférez de navío Diego Quevedo recoge muchos de los datos históricos que apoyan los argumentos de este entretenido cómic.
Tuve la suerte de participar en la presentación de Periscopio en el Museo Naval de Cartagena, sin duda en su mejor escenario: la gran nave que alberga en el Museo Naval de Cartagena el submarino desarrollado por el gran inventor cartagenero, Isaac Peral y Caballero.
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