Se trata por tanto de un cómic de género: luchas callejeras, y combates de kárate y otras artes marciales donde a pesar de ponerse la vida literalmente en juego y destrozarse, parece haber un cierto respeto al contrario y no se sobrepasan algunos límites. Viñetas extraordinariamente dibujadas por Taniguchi que consiguen belleza en un tema que puede resultar repulsivo: el encarnizamiento extremo representado muy explicitamente.
No sabía que Taniguchi había dibujado también estos cómics de lucha libre, pero la gran labor de rescate de la obra Jiro Taniguchi que realiza Ponent Mon me ha permitido conocerlo.