El libro, de formato apaisado, es una especie de cuaderno de viaje en el que se va incluyendo desde dibujos de rincones urbanos o paisajes a pequeñas historias personales o de aspectos que le llaman la atención de la cultura nipona: personajes de su mitología como los espíritus y las deidades ancestrales, el cine que refleja cambios en las mentalidades como los Cuentos de Tokio de Yasujirō Ozu (1953) protagonizados por Setsuko Hara, las actuales modas influidas por el pop, el valor del manga y el anime en el país...
Así, este cómic -que más bien es una memoria gráfica- va integrando un collage de recuerdos, vivencias e impresiones: a lo largo de su lectura vamos conociendo detalles como la relación de Igort con los hermanos Tsuge y otros mangakas, con el músico Ryuichi Sakamoto, integra un cómic que dibujó en 1986 con éste... Un libro para paladear.
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