Contar la vida de María, con el proceso de investigación que lleva implícito, es un ejercicio de justicia y reparación de la memoria de esta joven miliciana republicana, que estuvo un tiempo como enfermera en la conocida como Columna de Hierro, en los primeros meses de la Guerra Civil, tras haber sido herida en un bombardeo.
Ambientada en el Sagunto que estaba industrialízándose alrededor de su puerto, los autores nos describen la vida de esta chica anarquista que se había apuntado a las Juventudes Libertarias. Una chica que se mantuvo muy comprometida con la República, que tras tres años de pasar por cárceles franquistas al final de la guerra fue fusilada con tan solo veinticinco en el Muro de Paterna. Una historia que es también la del dolor de la familia que luchó por intentar hacer valer testimonios que habrían podido salvarla, y del miedo sufrido a causa de la represión cruel que continuó tras el triundo de Franco.
Un cómic que me ha emocionado, que incluye material documental y fotográfico, y que se suma a los buenos trabajos de unos autores que nunca defraudan.