Ulises Don Nadie, de Gérard Mordillat y Sébastien Gnaedig, me parecido un gran cómic. Una pesadilla con toques de comedia pero muy plausible: un actor taciturno y abandonado por la profesión es llevado a la cúpula de un partido fascista y se convierte por momentos en aspirante a líder con aspiraciones de gobierno. Una sátira sobre el crecimiento en Europa de estos movimientos que pretenden destruir nuestra civilización y pone en evidencia la crisis de la cultura democrática y sus claves.
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